Una cálida noche

Era una noche cálida de verano, Erick estaba recostado en su cama, en una pequeña habitación que compartía con sus 3 hermanos. Intentaba dormir pero no lograba conciliar el sueño, el calor sumado a los ronquidos de su hermano mayor se lo impedían. Se levantó sin hacer ruido y se acercó a la única ventana del cuarto abierta por completo para intentar refrescar el ambiente. Asomó su cabeza sin pensar y lo vio, a pocos metros de su edificio, justo en el medio de la calle.

Decidió salir de su casa y acercarse, quería estar seguro que no había sido una pesadilla. Era la madrugada del 13 de agosto, su cumpleaños número 16, y Erick estaba preocupado, vivía sobre Bernauer Straße, justo en el límite, y tenía familiares, conocidos y amigos del otro lado.

Hacia varias semanas que corrían rumores que anunciaban este momento, pero él no quería creerlos, prefería escuchar a las autoridades que inmediatamente desmentían esas versiones. Bajó los 3 pisos por la escalera y al llegar a la puerta confirmó todos sus temores: habían armado una especie de barricada con caballetes y alambres de púas. Además, a pocos metros de su edificio estaban terminando de levantar una torre de vigilancia y decenas de soldados armados recorrían la zona.

Sintió furia, ganas de lanzarse sobre los militares y golpearlos, quería derribar ese muro de alambres él sólo con sus propias manos. Pero no lo hizo, se quedó congelado, impotente, sólo se movió unos pasos hacia adentro del edifico cuando un haz de luz proveniente de un jeep militar iluminó su vereda. A partir de ese momento su vida cambió para siempre. Primero tapiaron su ventana, semanas después los desalojaron del edificio y enseguida los alambres de púas se transformaron en hormigón.

Pocos meses después de cumplir 44 años Erick pudo volver a Bernauer Straße y ese día, martillo en mano, derribó el muro junto a cientos de personas y cumplió el sueño que tuvo 28 años atrás, una cálida noche de verano en Berlín.

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* Obra premiada con el Tercer Premio en la modalidad de RELATO,  en el Concurso Anual “Todos Somos Diferentes 2011” que la Asamblea Juvenil de Derechos Civiles  celebra en colaboración con la Fundación de Derechos Civiles y El Instituto de la Juventud de España (http://www.civilia.es/diferentes/index.html).

Acerca de Fede Andreon

Tengo 30 años, soy periodista (recibido en TEA) y Licenciado en Comunicación Audiovisual (de la Universidad Nacional de San Martín). Me gustan mucho 2 cosas, la música y los deportes! Además, hice varios años de teatro y como pasatiempo toco la guitarra desde hace más de 10 años. Ver todas las entradas de Fede Andreon

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